Poco antes de las 11 de la mañana, Gabriela Toledo cruzó la meta tras recorrer los 21 kilómetros, recibió la medalla y se dispuso a abandonar la zona de llegada. Al salir se saludó con un compañero mientras las lágrimas, pocas pero lágrimas al fin, caían por sus ojos. Para esta atleta jujeña de 52 años no fue una carrera más: justamente ayer se cumplió un año del fallecimiento de su padre.
“Siento mucha emoción, es algo muy especial para mí”, expresó Toledo en diálogo con LA GACETA, visiblemente emocionada, aunque encontrando la fortaleza necesaria para hacer brotar las palabras. Todo con la intención de honrar de la mejor manera a su papá, que también tuvo su trayectoria en el mundo del deporte. “Él era de acá de Tucumán, fue un reconocido jugador, así que estoy feliz por completar esta carrera. Seguramente él debe estar muy orgulloso”, sostuvo. Hablaba de José Raúl Toledo, ex futbolista de Atlético y de San Pablo en la década del 70, radicado luego en Jujuy para vestir la camiseta de Altos Hornos Zapla. Fue allí, en Palpalá, donde nació Gabriela. Y fue allí donde se metió de lleno en la actividad física.
“Hago atletismo desde los seis años”, detalló Toledo. Y aunque son disciplinas diferentes, no negó la influencia que tuvo el fútbol en su vida deportiva. “Obviamente mi papá nos dejó un gran legado, que es hacer actividad física”, remarcó. Y así como la pasión por el deporte, Gabriela también heredó de José Raúl su amor por Tucumán, que experimentaría en carne propia durante un tiempo.
“Toda mi carrera de elite la hice en Tucumán”, aseguró Toledo. Y no fue sólo cuestión de participar: durante su estadía en la provincia -donde llevó adelante sus estudios para ser entrenadora de fitness- obtuvo resultados destacados. “Corrí muchísimas veces y gané, entre otras, la media maratón de las Fiestas Mayas, la tradicional Don Orione, y varias más”, enumeró.
El regreso de Gabriela a Tucumán debió haberse dado el año pasado, ya que estaba inscripta para participar de los 10K de LA GACETA. Sin embargo, el deterioro de la salud de su padre terminó impidiéndole competir. Este año se tomó revancha, y con ese gustito especial de homenajearlo. “No pude estar en 2023, así que merecía esta año honrarlo de esta manera, acá en Tucumán, que era su ciudad natal”, consignó.
Por supuesto, más allá de la propia emoción que significó haber corrido una carrera en una fecha tan particular, con tanta carga emotiva, el recorrido le trajo a la mente grandes momentos a Toledo, de los años que vivió en la provincia. “Me encantó el circuito. Me trajo muchos recuerdos de cuando estudiaba acá, cuando tuve la oportunidad de participar en un montón de carreras. Estoy muy feliz, y esto es para mi papá”, reiteró Gabriela.
La particularidad es que ella se anotó en los 21K, pese a que su especialidad son las pruebas de 5K y 10K. De todas maneras ya contaba con buenos resultados en carreras de fondo, así que decidió inclinarse por una distancia más larga.
Aunque no vino con miembros de su familia, Toledo llegó a Tucumán acompañada por un grupo importante desde Jujuy. “Traje 20 alumnos, porque soy profesora de zumba”, reveló con una sonrisa, antes de invitar a todo Tucumán, y a todo aquel runner apasionado, a participar de la maratón que se realizará en las calles de San Salvador de Jujuy el 3 de noviembre. “Los esperamos a todos”, concluyó, anticipando ya lo que será su próximo desafío deportivo.